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La historia de Beeing comienza en 2010, con una pequeña pero muy especial herencia: unas diez colmenas que le dejó a Roberto su abuelo Pietro, apicultor.
Fue en ese momento cuando Roberto comenzó a acercarse al mundo de la apicultura y las abejas, reconociendo toda su belleza pero también sus dificultades: la necesidad de grandes espacios, equipos y mucho tiempo y energía.
Roberto, hoy director general de Beeing, empieza a cuestionar una práctica que ha permanecido casi inalterada durante mucho tiempo.
Pero es en 2017 el punto de inflexión. En una aceleradora de startups Roberto conoció a Gabriele, ingeniero informático y hoy cofundador. Ambos combinan su pasión por la apicultura con la de la tecnología y de este entendimiento nació Beeing, que combinó diseño, tecnología y Made in Italy para desarrollar un negocio innovador, en cuya base había un objetivo simple y revolucionario al mismo tiempo: proteger a las abejas, digitalizar la apicultura y difundir la apicultura urbana, como herramienta para la transición hacia ciudades sostenibles.
La actividad de Beeing comenzó con el desarrollo y la comercialización de sensores digitales para apicultores, llamados ioBee (hoy bajo la marca antifurtoarnia), sensores que permiten monitorizar a distancia la salud de las abejas.
Luego, en 2019, el lanzamiento de B-BOX, la primera colmena urbana que, solo con corwdfunding, conquista a más de 450 usuarios en más de 40 países del mundo, una verdadera revolución para el concepto de apicultura.
Los proyectos se han ampliado después: la biovigilancia de la calidad del aire a través de las abejas, el desarrollo de apiarios urbanos inteligentes y actividades educativas sobre el tema de las abejas y la creación de un programa de adopción de colmenas a distancia.
La comunidad Beeing cuenta ahora con cientos de apicultores urbanos y profesionales con una cosa en común: un profundo amor y respeto por las abejas y la naturaleza.
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